Qué hacer con los puzzles hechos
A todos los jugadores de rompecabezas ya les ha pasado alguna vez sentir como la felicidad de terminar un puzzle de repente es reemplazada por un "¿Y ahora qué?". Cuanto más difícil es el desafío, más intensa es esta incertidumbre. Tienen una hermosa imagen frente a ellos que trabajaron tan duro para armar, pero de repente se enfrentan a la perspectiva de la destrucción. Qué hacer con los puzzles hechos es una duda usual, pero una que también tiene diferentes respuestas. Te damos algunas.
1. Empieza una colección
Algunas personas coleccionan sellos, otras vasos de cerveza. Cualquiera puede comenzar una colección de cualquier cosa, así que ¿por qué no hacerlo también? Un rompecabezas terminado es una recompensa por tu diligencia, perseverancia y paciencia, y así como muchos atletas se aferran a sus trofeos especiales, también puedes hacer lo mismo con tus puzzles.
Una vez que hayas terminado un rompecabezas, desmóntalo con cuidado, guárdalo en su caja y exíbelo con orgullo en una estantería de tu casa. La desventaja de esta sugerencia es que, si eres un prolífico jugador de rompecabezas, necesitarás mucho espacio. Siempre puedes optar por quedarte solo con aquellos que has sentido que fueron un verdadero desafío para ti.
2. Saca una foto y crea un álbum
Si el espacio es un problema o simplemente no tienes intención de volver a jugar a ese rompecabezas y no quieres que abarrote tu casa, la mejor alternativa es crear un álbum de fotos de tus puzzles terminados. En cierto modo, seguirás haciendo una recopilación de tus logros, pero de una forma mucho más manejable. Puedes imprimir las fotos y guardarlas en un álbum físico o simplemente guardarlas en forma virtual.
Tampoco es necesario crear un álbum, obviamente. Puedes simplemente compartir tus fotos en las redes sociales o en un foro de rompecabezas.
3. Regálalos a alguien querido
Si no tienes idea de qué hacer con los puzzles cuando los terminas, pero estás seguro de que no quieres quedarte con ellos, entonces puedes considerar regalárselos a alguien que crees que podría disfrutarlos. ¿Tienes amigos o familiares a los que les gusta armar rompecabezas? ¿Por qué no dárselos?
Al hacerlo, estarás enseñando tu aprecio por ellos al regalarles algo que era querido para ti. También les estarás dando a tus rompecabezas una nueva vida y una oportunidad para que sean apreciados una vez más de la misma manera que tú lo hiciste.
4. Dónalos
Si no conoces a nadie que pueda disfrutar de tus rompecabezas como tú lo hiciste, una buena alternativa sería donarlos.
Los hogares de ancianos, hospitales, prisiones, escuelas, bibliotecas y muchos centros de retiro o tratamiento sin fines de lucro tienden a recibir este tipo de juego de rompecabezas con los brazos abiertos debido a sus beneficios y al entretenimiento que proveen.
También hay organizaciones benéficas que, aunque no usarían tus rompecabezas, aún podrían venderlos en sus tiendas de segunda mano para ganar algo de dinero.
Busca un poco en tu área e intenta encontrar un lugar que acepte tu donación y haga un buen uso de tus rompecabezas.
5. Pégalos y enmárcalos
Hay dos formas clásicas de lidiar con los rompecabezas cuando están terminados: una es desarmarlos y luego decidir qué hacer con ellos; la otra es pegarlos y enmarcarlos. La segunda es una elección tan natural como la primera.
Por un lado, elegiste un rompecabezas en particular porque te gustó su dibujo/imagen. Por otro lado, un rompecabezas terminado tiene un significado especial para cada jugador y trae buenos recuerdos de los momentos relajados que pasaron rebuscando las piezas.
Por lo tanto, enmarcarlo y colgarlo como si fuera una obra de arte es una buena manera de honrar toda la diversión que te dio ese puzzle y al mismo tiempo crear un ambiente de decoración personalizado y único.
6. Rétate a ti mismo
Curiosamente, mientras muchos colocan la pieza final y comienzan a preguntarse qué hacer con el puzzle hecho, otros empiezan inmediatamente a desarmarlo y se preparan para un desafío renovado.
Para muchos jugadores los puzzles se vuelven más retadores a cada nuevo intento por comparación con la primera vez que los han hecho. Como todavía tienes las piezas muy frescas en tu mente, empiezas a preguntarte si realmente viste la pieza que estabas buscando ahora o si todavía es un recuerdo del juego anterior.
Ya para otros jugadores el reto se vuelve más fácil cuando lo vuelven a probar, ya que han perfeccionado la mejor estrategia para enfrentar el desafío.
¿Por qué no intentarlo y descubrir cuál de los dos tipos de jugadores eres? Incluso puedes cronometrar tu rendimiento para compararlo entre intentos e intentar entender si te estás volviendo más rápido o más lento.